von Benito Perez Galdos
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Nazarin. Benito Perez Galdos:Fragmento de la obraA un periodista de los de nuevo cuo, de estos que designamos con el extico nombre de reprter, de estos que corren tras de la informacin, como el galgo a los alcances de la liebre, y persiguen el incendio, la bronca, el suicidio, el crimen cmico o trgico, el hundimiento de un edificio y cuantos sucesos afectan al orden pblico y a la Justicia en tiempos comunes o a la higiene en das de epidemia, debo el descubrimiento de la casa de huspedes de la ta Chanfaina (en la fe de bautismo Estefana), situada en una calle cuya mezquindad y pobreza contrastan del modo ms irnico con su altsono y coruscante nombre: calle de las amazonas. Los que no estn hechos a la eterna guasa de Madrid, la ciudad (o villa) del sarcasmo y las mentiras maleantes, no pararn mientes en la tremenda fatuidad que supone rtulo tan sonoro en calle tan inmunda, ni se detendrn a investigar qu amazonas fueron esas que la bautizaron, ni de dnde vinieron, ni qu demonios se les haba perdido en los Madroales del Oso. He aqu un vaco que mi erudicin se apresura a llenar, manifestando con orgullo de sagaz cronista que en aquellos lugares hubo en tiempos de Mari-Castaa un corral de la Villa, y que de l salieron a caballo, aderezadas a estilo de las heronas mitolgicas, unas comparsas de mujeronas que concurrieron a los festejos con que celebr Madrid la entrada de la reina doa Isabel de Valois. Y dice el ingenuo avisador coetneo, a quien debo estas profundas sabiduras: "e;Aquellas hembras, buscadas ad hoc, hicieron prodigios de valor en las plazas y calles de la Villa, por lo arriesgado de sus juegos, equilibrios y volteretas, figurando los guerreros cogerlas del cabello y arrancarlas del arzn para precipitarlas en el suelo"e;. Memorable debi ser este divertimiento, porque el corral se llam desde entonces de las Amazonas, y aqu tenis el glorioso abolengo de la calle, ilustrada en nuestros das por el establecimiento hospitalario y benfico de la ta Chanfaina.