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Sangre, fogones y togados son los ingredientes esenciales de este inquietante relato de intriga que tiene como eje de referencia las entrañas de la Ciudad Judicial de Barcelona.Cuando la prestigiosa chef Ana Blanco se encuentra frente a una mujer degollada en las dependencias de la Ciudad Judicial de Barcelona comenzará una vertiginosa aventura para averiguar quien ha sido el responsable del asesinato. Pronto irá descubriendo que nada ni nadie es lo que parece y que en un mundo tan nuevo para ella, jueces, funcionarios y demás profesionales del ambiente judicial se convertirán en sospechosos de tan cruento crimen.

El uso del correo electrónico me ha permitido conectarme con varios autores de libros, de diversas partes del mundo. He podido de esta manera aclarar dudas que me surgieron de la lectura de esos trabajos. Releyendo el Quijote me surgieron también dudas y me dije ¿Por qué no resolverlas conectándome con el autor? Es así que envié un mail a Miguel con un resultado parcialmente exitoso. Pensé que podría interesarles este intercambio epistolar, particularmente la forma algo intempestiva que ha usado Miguel para responderme. Pero debemos disculparlo pues quizás no esté muy cómodo donde se encuentra ahora. Lamentablemente no pude hacerle llegar el nuevo mail con mis disculpas.

De dónde venimos, quiénes somos y adónde vamos,jamás lo encontrará el ser humano sujeto a enseñanzas de hombres de la variada -através de los siglos y milenios- ramas religiosas llámense "cristianas".Actualmente, no existe una Verdad de Cristo en ningún creyente a la vista delas Enseñanzas de Cristo en los versículos -que ustedes podrán leer- en el último capítulo de éste libro.Han pasado 3.500 años desde que Moisés pisó la tierra y aún hoy en díalos seres humanos caminan sobre ella llenos de temores y miedos, sin encontrarlas razones de sus preexistencias y cada cual sea religioso o no, van sin darsecuenta viviendo -piensan- una vida que no es suya sino las que ha creado elgobernador del mundo. LaPalabra divina: "El Amor" no la comprenden los dirigentes eclesiásticoscatólicos, ni los evangelistas sean de la casta que fueren, porque al llegarahí es vivir de la Sabiduría del que Todo lo crea y por tanto se acabaron lasreligiones y toda clase de sectas: por fin se ha hallado el Camino de la Verdady la vida.

En 1848 un leñador llamado Marshall descubre oro en un río de la propiedad de Johan August Suter, un terrateniente de origen europeo.El descubrimiento provoca lo que se ha dado a conocer como la fiebre del oro en los libros de historia. En los meses que siguen al hallazgo una marea humana acude a las tierras de Suter para hacerse con la mayor cantidad posible del precioso metal usurpando por la fuerza las propiedades del colono europeo.Tres años después, Suter demanda al gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de recuperar su propiedad y todo lo extraído de ella. Contra todo pronóstico, un juez federal le da la razón a él y a su familia concediéndoles la más grande indemnización jamás otorgada en todo el mundo. Los demandados enfurecidos y temerosos de perderlo todo acuden a la propiedad de Suter acabando con la familia y con la posibilidad de ejecución de la sentencia. Un siglo y medio después, un profesor universitario español descubre inesperadamente que él es el último heredero de la familia Suter y decide reclamar la ejecución de la sentencia pendiente. Las posibles consecuencias de una indemnización de semejantes proporciones provocan la reacción del gobierno de los Estados Unidos que, sin saberlo, acaba desencadenando un cambio político cuyas implicaciones están todavía por conocer.

Para muchos profesores, y por razones diversas, la E.S.O. (Enseñanza Secundaria Obligatoria) se ha convertido de algún modo en un territorio hostil. El autor, desde la atalaya que solo la poesía puede brindar, observa lo que ocurre en su profesión y se deja inspirar por lo que hay en ella de cotidiano y anecdótico, pero que por la magia del lenguaje y del sentimiento puede convertirse, si hay suerte, en categoría. Si en un determinado momento el poeta, el profesor, llega a identificarse con una gaviota que cobija a sus polluelos, en otros se transforma en un boxeador, golpeado una y otra vez hasta el límite y que reclama, desde la lona, dignidad para su tarea.