Argelia, rehén de sus hidrocarburos

La economía mundial lleva dos años sumida en una grave recesión, provocada por el cataclismo financiero y el colapso del comercio y la actividad industrial en todo el mundo. Esta desaceleración ha tenido un impacto significativo en el crecimiento de las economías de todo el mundo. Argelia, que no está totalmente integrada en la economía internacional, está experimentando y probablemente experimentará en un futuro próximo los efectos indirectos de esta crisis, pero de forma menos grave que en Europa. Argelia dispone de todo el potencial material y humano para ser un país clave en términos de desarrollo en la zona euromediterránea y árabe-africana. Esto requiere un desarrollo basado en una gran coherencia y una mayor visibilidad en la política económica del Estado, para evitar la inestabilidad política, jurídica y social y, sobre todo, para adoptar normas de buen gobierno interno y, por tanto, una política socioeconómica al margen de la renta petrolera.