Enajenación de activos y rendimiento de las entidades públicas

Las entidades públicas son depositarias de la confianza pública. Los impuestos que gastan para adquirir bienes, obras y servicios o cualquier combinación de los mismos deberían hacerse de forma más ahorrativa. Hay ganancias competitivas sustanciales que se derivan de la disposición efectiva de activos no sólo en el sector empresarial, sino también en el público. Sigue siendo absurdo observar que la mayoría de las entidades públicas siguen siendo negligentes y/o se despreocupan por completo de la desinversión económica de los activos bajo su jurisdicción. El resultado consiguiente de este fenómeno son las enormes pérdidas que se derivan de tales decisiones. Esta investigación ha tratado de identificar las posibles causas de estos sucesos. Ha intentado generar estrategias perspicaces que puedan ayudar a las entidades en un entorno empresarial competitivo, tanto en el sector público como en los establecimientos del sector privado, a gestionar sus actividades de enajenación de activos. En conclusión, la enajenación de activos puede considerarse la clave para que las entidades públicas dispongan de fuentes internas de ingresos sostenibles para mejorar la prestación de servicios.