Escorrentía y producción de sedimentos en microcuencas del estado de Paraíba

La región semiárida brasileña se caracteriza por la irregularidad de las precipitaciones y la mala calidad de sus aguas, especialmente las subterráneas. Desde esta perspectiva, las estrategias de gestión del agua y el suelo son de vital importancia para vivir en la región semiárida. La vegetación de esta región es de tipo arbóreo y arbustivo, y la deforestación predatoria para la producción de carbón vegetal ha reducido la densidad vegetal, dejando así el suelo expuesto a la radiación directa, así como a la incidencia directa de la energía potencial de las gotas de lluvia, lo que favorece la dispersión de los sedimentos que son arrastrados a los cauces de los ríos, favoreciendo su sedimentación y reduciendo su volumen útil. Las técnicas de conservación del suelo, como el represamiento de piedras, pueden mitigar estos efectos, ya que acumula materia orgánica en la superficie del suelo, promueve el desarrollo microbiológico, el crecimiento de las plantas y facilita la infiltración del agua en el perfil del suelo, a través de las vacantes formadas por las raíces, reduciendo la escorrentía y consecuentemente la producción de sedimentos, al disiparse la energía potencial del agua de lluvia por la interceptación de las hojas de las plantas.