La angustia de Prometeo

Harold Bloom se ha convertido en las últimas décadas en una figura icónica de la Crítica Literaria, especialmente cuando se rebeló contra el mundo académico norteamericano, donde veía desarrollarse un ejercicio egocéntrico de crítica literaria, que a menudo perdía de vista su objeto de estudio: las obras literarias. En defensa de la literatura, Bloom atacó la deconstrucción de sus colegas de Yale, así como las modas teóricas de las últimas décadas, como el neohistoricismo y el neomarxismo. La angustia de Prometeo traza rasgos comunes a lo largo de la trayectoria intelectual de Bloom hacia una teorización más amplia sobre la naturaleza de la Crítica Literaria y la recepción de su bibliografía.