La relativización de la soberanía estatal y la Organización de las Naciones Unidas

Desde los albores de la civilización, la historia siempre ha estado impregnada de numerosos conflictos, paradojas e incoherencias, así como de logros y avances significativos. Esto significa que la sociedad internacional ha experimentado varias transformaciones que han cambiado profundamente sus contornos, haciéndola más compleja y menos centrada en la figura de los Estados soberanos. En este contexto, desde la sociedad internacional moderna hasta la contemporánea, la humanidad ha sido testigo de constantes amenazas a la paz mundial y de brutales violaciones de los derechos humanos, desencadenadas por la irracionalidad de los conflictos armados. En particular, desde la Segunda Guerra Mundial, el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales ha surgido como una necesidad vital ante el avance del fenómeno de la globalización económica. Esto condujo a un cambio del antiguo sistema anárquico westfaliano a un conjunto internacional de acuerdos bifurcados basados en una sociedad multicéntrica e interdependiente. Ello ha propiciado la aparición de nuevos actores internacionales, más dinámicos e integrados en un proyecto común de pacificación mundial, destacando el papel desempeñado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).