La teoría moral kantiana y la formación del hombre moralmente bueno

¿Cómo debemos vivir? ¿En qué debemos confiar para realizarnos moralmente? Estas preguntas fueron abordadas en la filosofía práctica de Immanuel Kant, cuyo estímulo inicial se resume en la reflexión sobre la moralidad, que debe estar guiada por la razón, y el papel de su cultivo en las prácticas educativas. La propuesta central no se resumirá únicamente en el término moral, pero éste será un hilo conductor que nos guiará, a partir del vínculo propuesto entre los conceptos de Religión y Educación. Este intento de reconstruir el camino de estos temas de la filosofía práctica, en la visión de Kant, pretende presentar el proceso de desarrollo en la formación moral, así como la contribución indispensable de la religión y de la pedagogía. Pensar en las consecuencias sucesivas de la mejora de la especie permite también hablar de una comunidad ética. Ésta será tratada como el resultado de una formación moral permanente, fruto de un proceso de mejora constante, representado por la unión de personas moralmente comprometidas en el cultivo de las buenas relaciones.