Tomar decisiones en un mundo incierto

La decisión es el momento más crucial de las relaciones humanas y de la vida de una organización o incluso de una nación, porque determina para bien o para mal la convivencia. Es el encuentro de dos o más voluntades individuales que tratan de prevenir el futuro generalizando el comportamiento de sus miembros. Una buena decisión es el resultado de un proceso que reúne a dos individuos o a varios miembros de una organización que, poniendo en común su racionalidad, eligen una línea de acción común a la que se adherirán. Tomada dentro de una estructura formal, la decisión da lugar a un decreto o una ley. En este caso, se convierte en una voluntad que ordena a otras voluntades. En una situación en la que es más o menos fácil llegar a un consenso, se puede tomar una decisión racional sin grandes dificultades. Pero la toma de decisiones se vuelve compleja cuando las posiciones de los actores implicados son diametralmente opuestas. La reflexión sobre la toma de decisiones está en el centro de la gestión de las organizaciones. Por ello, el líder desempeña un papel importante en este proceso.